Argumento
La historia comienza con Goku (Justin Chatwin de La guerra de los mundos), quien, tras la última petición de su abuelo Gohan (Randall Kin), se reúne con el Maestro Roshi (Chow Yun Fat ) y une las siete Esferas del Dragón de las cuales tiene una y trata de evitar que el villano Lord Piccolo (James Marsters de Buffy Slayer) logre su objetivo de utilizar las Dragon Balls para apoderarse del mundo. Y lo que busca Goku es conseguir las místicas Dragonballs antes que el Señor del mal. Pero mientras tanto, el superpoderoso Piccolo junto con su matón se preparan para destruir todo lo que vive, y sólo el valiente Goku ayudado por Bulma (Emmy Rossum de El fantasma de la ópera) tienen el poder de detenerlos.
En ocasiones, se suele hablar de adaptaciones cinematográficas problemáticas con cierto entusiasmo. Se critican las producciones de Zack Snyder, se analiza detenidamente la fórmula repetitiva de Marvel Studios, y se examinan minuciosamente las propuestas más ligeras, como "La Vieja Guardia". No obstante, es importante recordar que a pesar de las limitaciones que pueden presentar algunas películas basadas en cómics en cuanto a fidelidad a la fuente original, esto no necesariamente las convierte en malas producciones. La situación cambia drásticamente cuando una película no solo es una mala adaptación, sino también una mala película en sí. En este sentido, existe una línea que jamás debería cruzarse, y ese punto es "Dragonball Evolution". Esta película dirigida por James Wong en 2009 representa la amalgama perfecta de lo que podríamos denominar "anti-cine" y se erige como una de las adaptaciones más desafortunadas en la historia del séptimo arte. Aunque bien podríamos concluir esta crítica en este instante, he decidido, con el propósito de esta reseña, someterme a la experiencia de revisitar por completo esta obra, a fin de compartir mis impresiones y consternación con todos ustedes.
Esta historia se inicia en el año 2002, cuando 20th Century Fox adquiere los derechos de Dragon Ball con el propósito de llevar a cabo una adaptación a la gran pantalla. Incluso en Japón, hasta la fecha, no se habían aventurado a realizar una versión de acción real de la obra de Akira Toriyama. Sin embargo, existen dos versiones no oficiales rodadas en Tailandia y Corea del Sur. La primera lleva el título de "Dragon Ball: La Magia Comienza" (1989) bajo la dirección de Ryong Wang; aquellos que tienen algunos años adicionales seguramente recuerden haberla visto en algún momento en el videoclub de su barrio. La otra producción es menos conocida, pero sigue una línea similar: "Dragon Ball: ¡Goku Lucha! ¡Goku Vence!" (1990) de Wang Ryong. Ambas películas se centran en los eventos relacionados con las primeras aventuras de Goku en el manga original, y lo que podemos destacar de ellas es su entusiasmo, ya que carecen de valor cinematográfico más allá de su mera existencia. No obstante, estas producciones demuestran un mayor respeto por la obra original de Toriyama en comparación con la posterior "DragonBall Evolution". No hay punto de comparación.
Las señales de que "Dragonball Evolution" no sería un proyecto exitoso siempre estuvieron al alcance de todos. La primera y más evidente fue la implicación de 20th Century Fox en un proyecto de esta naturaleza. Sin ánimos de resentimiento, en esos años esta productora nos había brindado estrenos que podrían catalogarse como fiascos, tales como "Daredevil" (2003), "Elektra" (2005), "Los 4 Fantásticos" (2005), "X-Men: La Decisión Final" (2006) y, en particular, la posterior "X-Men Orígenes: Wolverine" (2009), entre otros. Si alguna productora podía llevar a cabo la peor adaptación posible de la obra de Akira Toriyama, esa sería la histórica compañía fundada en 1935 por Joseph M. Schenck. Si hubo decisiones acertadas tomadas por los productores de 20th Century Fox en relación con la película, es probable que no hayan sido ideas propias. No obstante, son los únicos que no han expresado objeciones a lo largo del tiempo, mientras guionistas, actores y profesionales técnicos han criticado esta creación cinematográfica y cuestionado muchas decisiones tomadas por el estudio en su momento.
El director James Wong todavía lamenta el día en que aceptó esta oferta de trabajo. Este cineasta venía de dirigir "Destino Final 3" y de producir exitosamente el remake de la película de terror de 1974, "Black Christmas". "Dragonball Evolution" podría haber sido la oportunidad para impulsar aún más su carrera (y de hecho lo fue, aunque no de la manera esperada). Wong no ha vuelto a dirigir una película desde el estreno de su versión del universo de Dragon Ball, aunque ha intentado redirigir su carrera hacia el mundo de la televisión, donde ha colaborado en proyectos que no alcanzaron el éxito, como "Tower Prep" y "The Event", además de participar en el renacimiento de "Expediente X" en 2016. Actualmente, no se tienen noticias de próximos proyectos para este cineasta, quien afirmó hace unos años que antes de asumir la tarea de adaptar la pelicula a la gran pantalla, desconocía la obra de Akira Toriyama. Sin embargo, en 20th Century Fox parecían considerar que la ascendencia asiática de Wong lo hacía ideal para una propuesta de este calibre, ya que, después de todo, esta no era más que otra historia de artes marciales.
La serie trataba básicamente de numerosas escenas de lucha espectaculares llenas de diálogos repetitivos y llamativas explosiones de luz y energía, pero eso ha logrado que niños y adolescentes la disfruten. Esta pelicula contiene violencia de dibujos animados e insinuaciones sexuales menores que las series de anime. De vez en cuando presenta acción atrofiada e inconexa, así como personajes hilarantes pero bastante convencionales que encajan parcialmente en series animadas. Las abundantes imágenes generadas por computadora trabajan poderosamente para reproducir algunas escenas impresionantes y una apariencia alucinante. Estas aventuras pueden ser buenas para los principiantes y los jóvenes de 10 años admiraran la historia, pero no los fanáticos establecidos.
Trato de ser crítico con el film, y diré que he visto las transformaciones del super guerrero y las mil aventuras que vivía Goku por ese universo tan increible que creó Akira Toriyama. Existen comics originales japoneses, que la gente colecciona.
Por ejemplo, El señor de los Anillos se hizo realidad con una fidelidad asombrosa, cualquier cosa puede ser trasladada convincentemente al cine, siempre que se haga de manera adecuada. Da igual que sean libros, comics o lo que sea. No olvidemos que un comic es una historia ilustrada con dibujos, que posee encuadres, ritmo, imágenes, etc.El caso es que esta versión de Dragonball es un film para niños o adolescentes. Se ven cosas de patio de colegio, en que chicos hostiles quieren acribillar a golpes a Goku. El guionista repite cosas ya muy vistas y por ahi el asunto logra aburrir. Para ser uno de los animes más llenos de acción que existen, aca hicieron lo contrario con la película. Puedo contar el número de escenas de lucha con una mano. Es bastante patético cuando la primera escena de pelea con Goku y los "matones" es la mejor de la pelicula y él nunca lanzó ni siquiera un puñetazo. El primer Kamehameha es triste y patético y todas las explosiones de Ki parecen bolas de fuego de diferentes colores. No parecen pura energía (como en el anime), sino chispas en cámara lenta.
Da igual que haya infinidad de comics de Dragonball, de capítulos de la serie de animación, o de lo que sea. El guionista va por libre y traza su propio relato, basado en sus propios gustos, ideas o inspiración. El tipo, Ben Ramsey, ha sido actor en varios films, ha participado en el departamento artístico de otros, ha sido director, director de segunda unidad, productor y para rematar el pastel, es guionista. Guionista de dos films, uno de 1998 y otro del 2002. Dos films del montón por cierto. El hombre, guionista de los dos films, pasto de los videoclubs, y que llevaba seis años sin participar en el guión de una película, le encargan hacer el guión de Dragonball, de un presupuesto de 45 millones de dólares, cuando ese film del 2002 que escribió, costó solo medio millón. ¿Quién tuvo la genialidad de contratarlo?¿Fue una decisión suficientemente premeditada o coherente?¿Realmente ese hombre era la persona perfecta y adecuada para escribir la adaptación de un comic a una superproducción de Hollywood?
La película por otro lado es lamentable a nivel visual. En vez de tener efectos especiales tiene defectos espaciales. Hay muchas imágenes generadas por ordenador que son baratas y es mejor olvidarse de los decorados grandiosos, o de excelentes efectos especiales, las secuencias alucinantes escasean pero si hay de esas que no tienen las películas de nivel. Este film, en pocas palabras, no tiene nivel. Para perla el combate final entre Piccolo y Goku, que es muy floja
La historia es tonta y fue creada por el señor Ben Ramsey. Resulta que Roshi ni es viejo, ni lleva gafas, ni lleva bastón, ni el caparazón de tortuga en la espalda. Y esto sigue con el resto de los personajes. Lamentable. ¡Se han falsificado a todos los personajes de la serie!¡A todos! Encima de eso Goku cuando se transforma no lo hace en un gorila gigante sino en un hombre lobo ¿Qué es eso?¿A quien se le ocurrió?
Pero la cuestión no es masacrar la pelicula, sino ver como la misma, cae en el mayor de los ridículos con la evolución de Goku. Ver que poder tiene, como se va entrenando y como evoluciona hasta derrotar al malo al final de la película es algo tan INCONSISTENTE como INVEROSIMIL. No hay una progresión lógica de un mero luchador de Kun-fu a tener tanto poder. No es posible que sin ninguna experiencia en el uso de sus poderes y capacidades derrote a Piccolo. Eso es como si un novato se pusiera guantes de boxeo y en su primer entrenamiento, sin tener ninguna experiencia en boxeo, deje ko a su curtido y veterano entrenador Eso es practicamente imposible.
Claro que Dragonball evolution es cine, es fantasía, pero fantasía sin gracia y sin mucho encanto. Igual a niños de cinco años el film les emociona y lo que pretenden los artífices del film es hacerlo para criaturitas que no saben distinguir lo bueno de lo malo.
Resumiendo tenemos una película floja, con un guión defectuoso y con fallos, con personajes carentes de interés y que en definitiva es un remedo bastante torpe del comic o serie de animación en la que se supone que basa, porque lo que es basarse, se basa poco. Los personajes no se parecen nada, no se comportan como en el comic, y si no fuera porque buscan las siete bolas de dragón, y sale el bicho al final flotando en el aire dispuesto a hacer realidad un deseo, la película se podría haber llamado Kung Fu High School o Power Battle, o cualquier otro título chorra.
Lo que si que es evidente es que James Wong no era el director adecuado para este film, que está muy mal enfocado, que su historia es una tonteria y que visualmente no es nada del otro mundo. 45 millones de dólares tirados a la basura. Que rabia me da. ¿Cómo se ha podido MALTRATAR con tanta alevosidad el fabuloso material original en el que debía de haberse basado el film?
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