Argumento de Hive
Hive fue dirigida por la directora Kosovar Blerta Basholli, y es ganadora del triple premio de Sundance , es un drama tremendo basado en la historia real de Fahrije, quien, como muchas de las otras mujeres en su pueblo patriarcal, ha vivido con una esperanza cada vez menor y un dolor creciente desde que su esposo desapareció durante la guerra en Kosovo. Con el fin de mantener a su familia en apuros, reúne a las otras viudas de su comunidad para iniciar un negocio que vende un producto alimenticio local. Juntas, encuentran curación y consuelo al considerar un futuro sin sus maridos, pero su deseo de comenzar a vivir de forma independiente se encuentran con hostilidad.
Los hombres de la aldea condenan los esfuerzos de Fahrije por empoderarse a sí misma y a las mujeres que la rodean, iniciando una disputa que amenaza su nueva soberanía y el futuro financiero de la familia de Fahrije. En el contexto de los disturbios civiles y la persistente misoginia de Europa del Este, Fahrije y las mujeres de su pueblo se unen en una lucha para encontrar esperanza frente a un futuro incierto.
Critica de Hive
Blerta Basholi narra esta historia a través de su mirada investigadora y analítica, manteniendo una autenticidad sutil y atractiva a lo largo de la narración, cuando su heroína decide abandonar su reino natal, lo conocido y lo no visto, le tocó vivir situaciones enormes, adversas e increíbles.
Hive está inspirada en la historia de la vida real de Fahrije Hoti. La albanesa de Kosovo había denunciado la desaparición de su marido tras una masacre perpetrada por las fuerzas serbias en la aldea de Krusha e Madhe el 25 de marzo de 1999, un día después de que comenzaran los ataques aéreos de la OTAN .
La directora Blerta Basholli estaba estudiando una maestría en Estados Unidos en la Universidad de Nueva York cuando su amigo, un fotógrafo, le alertó sobre una historia que había oído sobre una mujer de un pueblo que fue discriminada en todo el distrito después de aprobar su examen de conducir. Esto le pareció muy interesante, dijo Basholli, ya que los albaneses se jactaban de su hospitalidad, cortesía y solidaridad, pero esta madre de dos hijos, cuyo marido desapareció después de la guerra, recibió poco apoyo.
Cuando se acercó a Hoti, inicialmente pensó que querían hacer un documental sobre su vida, pero Basholli pudo asegurarle que solo querían usar su vida como modelo para un largometraje y cambiar muchos elementos. Cuando Hoti vio el resultado, dijo: “Sufrí mucho más, pero creo que resumiste muy bien las cosas”. Basholli también incluyó las numerosas entrevistas que Hoti y otras mujeres del pueblo cinematográfico tuvieron a lo largo de los años. La propia Basholli no regresó a Kosovo hasta 2011.
La trama de Hive es lenta y relajada y poco a poco va mostrando cuál es el destino de estas mujeres en un universo muy especial, y tienen que encontrar una salida ya sea solas o con niños. Viven en la pobreza y dependen de un poco de ayuda para llegar a fin de mes. La más llamativa es Fahrije (brillante interpretación de Yika Gashi), que no sabe nada de su marido: cree que fue ejecutado y arrojado al río como los demás, pero sus restos nunca fueron encontrados, por lo que surgieron las dudas. El fue atrapado. Sin embargo, tiene que cuidar de un niño y un adolescente, así como de su suegro discapacitado Haksi (Çun Lajçi), que está en silla de ruedas. Venden en el mercado local miel de las colmenas que alguna vez cuidó su marido, pero se ganan la vida precariamente. Fahrije también vive con procesos dolorosos. Las asociaciones de mujeres intentaron impulsar diversas medidas para ayudarlas a encontrar trabajo y les sugirieron que obtuvieran el permiso de conducir porque tenían un coche que batir. Aunque la propuesta fue inicialmente bien recibida, parece que no llegaron a una decisión. Las mujeres, tanto jóvenes como mayores, se encuentran en situaciones similares, incapaces o asustadas, temerosas del qué dirán o del rechazo de sus familiares varones. Son rehenes de viejas prácticas patriarcales donde se confunde respeto con dignidad sin preocuparse por la precaria situación que enfrentan. La trama de la película es sorprendentemente simple, y la prosa narrativa gana gradualmente más poder emocional a medida que profundiza en la realidad más compleja de Faria, quien liderará la lucha por el empoderamiento de las mujeres (como una mujer motivada, autosuficiente, es decir, no dependiente de los hombres). Todo lo que encontró a su alrededor fue oposición y hostilidad, incluso agresión. Su suegro la admira, pero no la da ayuda, pues el hombre también está atado por viejas costumbres. Ni siquiera quiso dar su ADN para ayudar a identificar los restos de su hijo porque no admitió su muerte. Finalmente, Faria, a través de su amiga Nazmija (Kumrije Hoxha), decide abrir un negocio de venta de comida casera, ajvar (salsa a base de pimiento rojo triturado) a los supermercados interesados. Al principio sólo encontraron una fuerte oposición a su alrededor. Sin embargo, tendrán que enfrentarse a la incomprensión de su suegro y de su hija, así como a la incomprensión de la sociedad, que la percibe como una "puta", porque su conducción y su comportamiento se desvían mucho de las normas aceptables para las mujeres. Al mismo tiempo, también tiene que cargar con el peso de no saber nada de su marido, del que sólo tiene una foto antigua porque su casa fue destruida durante la guerra, él tiene muy pocas pertenencias personales. Pero a pesar de los personajes duros y grises, hay algo en la dureza del sufrimiento de la protagonista que, a medida que se acerca, encontrará mayor comprensión no sólo por parte de su suegro y su hija, sino también de las mujeres de su pueblo.
Imagenes de Hive
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