El cafre vendría a ser como la versión mexicana de Sorcerer (película que tal vez recuerden por su título en español, El salario del miedo, y que a su vez es versión de una película francesa de Henri-Georges Clouzot), al menos en lo que a la idea general se refiere. Pedro Rojas (Joaquín Cordero) es un camionero que necesita urgentemente 250 mil pesos para poder pagar la hipoteca de su casa o de contrario la perderá, su amigo Don Matías (Miguel Manzano) apenas ha podido conseguirle 90 mil, pero tiene un contacto que necesita llevar una carga ilegal desde la frontera hasta ciudad de México y le pagaría 400 mil pesos por el trabajo.
Pedro Rojas se niega tajantemente pensando que se trata de droga. Aunque después le explican que es un compuesto químico a base de nitrato que no tiene permiso de importación y que requieren en un laboratorio de la capital mexicana. La necesidad puede más que la prudencia y finalmente accede a transportarlo en su camión.
En el viaje lo acompañará el ingeniero químico Carlos Cuenca (Ramiro Oliveros), quien se encargará de supervisar en todo momento que la presión y la temperatura del compuesto estén dentro del rango permitido. En un primer momento nuestro protagonista no es informado sobre los detalles al respecto, pero más adelante en la historia sabremos que el compuesto en cuestión es GCN323, conocido bajo el divertido nombre de gelatinita, y que generaría una gran explosión que arrasaría con todo en 10 km a la redonda si la temperatura del contenedor supera los 20 grados centígrados.
¿Y qué creen? El sistema de refrigeración empieza a fallar una vez que ya han transcurrido un buen trecho y nuestros protagonistas deben improvisar con bolsas de hielo que se derriten rápidamente debido a las altas temperaturas del desierto.
Por supuesto que si eso fuera todo la película sería bastante breve. Al temor de poder volar por los aires hay que sumarle el drama familiar que vive Pedro Rojas. En una de las paradas que hacen llama a su casa para hablar con su esposa (Concha Márquez Piquer) y esta le informa en medio del llanto que su hija Adriana (Blanca Guerra) ha huido de la casa. A través de distintas secuencias en retrospectiva vemos que a la hija poco le importaba su familia y que se había involucrado con un hombre mayor y adinerado; también que Francisco (Sergio Goyri), el hijo mayor, es un bueno para nada dedicado al vicio y a las fiestas. Para hacer su drama aún más grande, en una de las siguientes llamadas su esposa le revela que Alberto (Edgardo Gazcón), su otro hijo, ha tomado su pistola y se ha marchado con la intención de matar tanto a su hermana como a su amante cuando regresen de Las Vegas a las 9 p. m.
El viaje en la carretera no se limita únicamente a las ocasionales paradas para reponer el hielo y revisar que todavía la temperatura se encuentre varios grados por debajo del fatal límite. En varias ocasiones policías de ruta les ordenan detenerse con la excusa de revisar el cargamento pero en realidad solo buscan sacarles plata. Aunque no todos buscan un poco de dinero y las cosas se complican.
En El cafre también hay tiempo para escenas que realmente nada tienen que ver con la historia principal. Por ejemplo, hay una pequeña participación de los actores Andrés García y Julio Alemán como camioneros impidiendo el paso de una camioneta de narcos, los bloquean con sus camiones para dar tiempo a que los alcance la policía y los narcos responden con ráfagas de ametralladora. Como dije, nada que influya en el argumento de la película pero supongo que sirve para mostrarnos a los camioneros como personas que no le temen a nada y que son un gremio muy solidario.
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